REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA VICERRETORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN,
EXTENSIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO CIENCIAS DE LA
EDUCACION
SAN JOAQUÍN DE
TURMERO-ESTADO ARAGUA
EL CONFLICTO EDUCATIVO
Faciltador:
Participante:
Dr. Gustavo Ruiz Msc..José Pulido
Junio
2017
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE
ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN,
EXTENSIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CENCIAS DE LA
EDUCACION
SAN JOAQUÍN DE TURMERO- ESTADO
ARAGUA
EL CONFLICTO EDUCATIVO
AUTOR: Abogado. José Pulido. Lic en Ciencias y Artes
Policiales. Magíster en Penal y Criminología, Laboro en el C.I.P.C en caracas y
actualmente realizando doctorado en ciencias de la educación.
RESUMEN
Actualmente en la educación se generan constante conflictos generados
por la ola de violencia lo que nos lleva a reflexionar en fortalecer una
cultura de paz, es decir; una educación para en valores , de allí la importancia de esta investigación
cuyo es propósito es y se hace necesario desarrollar programas de formación
docente,. Es por ello que la formación del docente debe ser permanente y
continua, respondiendo así a las necesidades de los sujetos que participan en
el hecho educativo; siendo La Violencia:
Cuando se habla de violencia debe verse desde dos perspectivas pero que están
íntimamente relacionadas, la violencia directa, que tiene un carácter personal,
cara a cara, donde se utiliza la fuerza física o la palabra, como medio para
resolver frustraciones y diferencias, mostrándose de diversas maneras: a nivel
corporal, psicológico o moral, también se expresa contra objetos y ambiente.
Barbeito y Caireta (2004:9), la definen como: “la actitud o el comportamiento
que constituye una violación o una privación al ser humano de una cosa que le
es esencial como persona (integridad física, psíquica o moral, derechos,
libertades)”.necesario
desarrollar competencias en donde se hagan valer los derechos humanos de los
estudiantes. La
formación de los docentes en el área de educación para la paz, métodos
antiviolencia y/o métodos de resolución pacífica de conflictos, es urgentemente
necesaria en las instituciones donde continuamente se están registran hechos de
violencia., como se observa de manera preocupante que los adolescentes de ambos
sexos, han sido seducidos, extasiados y embaucados en el fenómeno de la
violencia el cual impera en la actualidad en instituciones educativas de media
y diversificada, y de la cual da fe tanto la prensa local como la colectividad.
Palabras Claves: Educación-
Conflicto – Valores.
INTRODUCCIÓN
Hoy
día los docentes deben estar conscientes de la realidad que vive la escuela,
donde se manifiestan, como en el resto de la sociedad, hechos de violencia,
haciéndose necesario asumir el reto de enarbolar como proyecto escolar: la
prevención del conflicto. En función de lo cual es preciso manejar teóricamente
lo relativo a la violencia, conflicto y la prevención del conflicto
Cuando se habla de violencia debe verse desde dos perspectivas pero
que están íntimamente relacionadas, la violencia directa, que tiene un carácter
personal, cara a cara, donde se utiliza la fuerza física o la palabra, como
medio para resolver frustraciones y diferencias, mostrándose de diversas
maneras: a nivel corporal, psicológico o moral, también se expresa contra
objetos y ambiente. Barbeito y Caireta (2004:9), la definen como: “la actitud o
el comportamiento que constituye una violación o una privación al ser humano de
una cosa que le es esencial como persona (integridad física, psíquica o moral,
derechos, libertades)”.
Creemos
que los docentes deben adquirir competencias que les facilite el aprender
principalmente a escuchar, que manejen como herramienta la negociación y la
mediación de los conflictos, y que en el aula de clase, trabajen para enseñar a
pensar y actuar teniendo presente los derechos de los demás; sostenemos que
esta puede ser una forma de intervenir, participar y tener la capacidad para
resolver las diferencias que puedan presentarse en el contexto escolar
considerando lo planteado, se analizará en este artículo la violencia
EL CONFLICTO EDUCATIVO
El conflicto así estimado se concibe como una situación donde se
manifiesta una divergencia de necesidades, intereses, propósitos y/u objetivos
incompatibles o que al menos son percibidos así por las partes involucradas,
conllevando esto a que sus pretensiones, deseos e intereses, no puedan lograrse
simultáneamente, generándose manifestaciones con diversos grados de intensidad.
Ante estas manifestaciones
distintas, lo relevante en todo caso es que las acciones para lograr los
objetivos derivadas de los intereses divergentes, sean canalizadas a través del
uso de métodos que permitan el logro de acuerdos aceptables y positivos para
las partes.
Que se tiene que cambiar las actitudes y los enfoques
que se han mantenido para analizar la práctica pedagógica. Un primer paso
necesario para la implementación de cambios significativos podría centrarse en
el análisis crítico del proceso formativo en general y de la práctica
pedagógica en particular, descubriendo la complejidad del contexto escolar, el
significado de la rutina escolar, la riqueza de lo cotidiano y la importancia
de conocer los aportes de todos y cada uno.
La formación de los docentes en
el área de educación para la paz, métodos antiviolencia y/o métodos de
resolución pacífica de conflictos, es urgentemente necesaria en las
instituciones donde continuamente se están registran hechos de violencia. Hacen
referencia Arellano (2004), Arellano, Nava y otros (2006), como se observa de
manera preocupante que los adolescentes de ambos sexos, han sido seducidos,
extasiados y embaucados en el fenómeno de la violencia el cual impera en la
actualidad en instituciones educativas de media y diversificada, y de la cual
da fe tanto la prensa local como la colectividad.
Plantea
Arellano (op cit):
...en la formación del educando, no se está
desarrollando capacidades, habilidades y competencias a través del manejo de
estrategias, que permitan abordar los conflictos, cuando son sólo
contradicciones e inicios de antagonismos, incidiendo esto en la formación de
ciudadanos con carencias en la capacidad de análisis, tanto de su actuación
como ser social como de su contexto. Podría sostenerse que al no desarrollar
esta competencia, al estudiante se le está limitando su capacidad de
discernimiento, para distinguir a partir del conocimiento, la verdad o falsedad
de hechos, procesos y opiniones, no pudiendo así trascender la apariencia de
los fenómenos; por ende esto limita la emisión de juicios reflexivos y el
análisis de los fenómenos sociales en que se encuentran inmersos los jóvenes
estudiantes. (p.204)
Ante
la situación descrita, es necesario considerar la existencia de una enorme
cantidad de niños y jóvenes en situación de riesgo, los cuales no manejan
herramientas, ni están sensibilizados para romper con ese círculo vicioso que
les hace reproducir la violencia que los victimiza. Violencia que no solo se
ejerce físicamente, cara a cara, sino también a través de estructuras
económicas y sociales que marginan al ser humano, que lo degradan cuando se les
niega la posibilidad de obtener una calidad de vida, que inducen al individuo a
dar respuestas que confrontan, producto de una socialización donde no se les ha
enseñado a ejercer la ciudadanía, a vivir considerando los intereses de todos
como parte del vivir juntos.
Es prioritario cambiar la
existencia de una escuela en la cual los alumnos no tienen palabra propia, en
donde todo se organiza sin la participación del estudiantado, donde la práctica
educativa es autoritaria, propia de una organización jerárquica y vertical,
donde no se promueve la participación y la toma de decisiones consensuada;
donde las autoridades escolares poseen la verdad y siempre tienen la razón;
donde la posesión de esta verdad es prerrogativa de quienes ostentan el poder;
donde se abusa de este poder conferido institucionalmente, y donde se practica
una educación conductista, impidiendo, de forma violenta, la construcción del
conocimiento, la oportunidad de crear y de convivir.
Es esta práctica educativa,
caldo de cultivo para la violencia escolar, tan lamentablemente común en los
países latinoamericanos y entre ellos Venezuela. Ya es tiempo de aceptar que la
violencia está en las aulas, lo cual queda demostrado por diversas
investigaciones en el área, entre las cuales se desataca la investigación
“Comunicación en la Prevención del Conflicto en Instituciones Educativas
Ante la situación descrita es necesario buscar formas de resolver los
conflictos, lo cual ya está contemplado en la Constitución Bolivariana de
Venezuela quien le otorgó rango constitucional a los Métodos Alternos de
Resolución de Conflictos (MARC), cuando en su artículo 258, dictamina: “La ley
promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera otros
medios alternativos para la solución de conflictos”.
Este marco legal faculta a las
instituciones educativas a diseñar, implementar y desarrollar proyectos para el
manejo del conflicto escolar, en la búsqueda de un individuo defensor de una
pluralidad de valores y de opciones morales, con un pensamiento abierto plural
y democrático, capaz de construir una sociedad donde sea posible vivir en paz,
en libertad y en la que el respeto a todos sea la nota dominante.
Hoy día los docentes deben estar conscientes de la realidad que vive
la escuela, donde se manifiestan, como en el resto de la sociedad, hechos de
violencia, haciéndose necesario asumir el reto de enarbolar como proyecto
escolar: la prevención del conflicto. En función de lo cual es preciso manejar
teóricamente lo relativo a la violencia, conflicto y la prevención del
conflicto
La Violencia: Cuando se habla de violencia debe verse desde dos
perspectivas pero que están íntimamente relacionadas, la violencia directa, que
tiene un carácter personal, cara a cara, donde se utiliza la fuerza física o la
palabra, como medio para resolver frustraciones y diferencias, mostrándose de
diversas maneras: a nivel corporal, psicológico o moral, también se expresa
contra objetos y ambiente. Barbeito y Caireta (2004:9), la definen como: “la
actitud o el comportamiento que constituye una violación o una privación al ser
humano de una cosa que le es esencial como persona (integridad física, psíquica
o moral, derechos, libertades)”.
En
relación a lo cual Lederach (1998:98), señala: la violencia, … es preciso
enfocarla como la 'causa' de la diferencia entre lo que las personas podrían
ser, pero no son: entre lo actual y lo potencial, en cuanto a lo que se refiere
a la realización de una vida mínimamente humana.
Por ello tenemos que enfocar la violencia y por consiguiente el tema
de la paz en términos de “autorrealización', la liberación del individuo de
todo lo que le impide gozar de los elementos de la vida... En función de lo
expuesto la violencia no solo puede entenderse como el hecho físico de
agresión, sino como todo aquello que impida el desarrollo físico, moral,
síquico de un hombre hacia su autorrealización, es por esto que la escuela debe
cultivar y trabajar en la consolidación de valores, virtudes, conocimientos y
hábitos necesarios para la preparación de un ciudadano autónomo, entendido este
como el ser capaz de tomar libremente decisiones, capaz de compartir,
solidarizarse, colaborar comprometerse y organizarse sin dejarse someter por
coacciones, en la búsqueda de una sociedad donde todos podamos vivir en paz.
El Conflicto:
El conflicto se presenta desde un nivel micro (personas, familia,
escuela) hasta el nivel macro (sociedades, estados), y es que éste
genéricamente, se refiere a cualquier diferendo o desacuerdo, que se manifiesta
en cualquier momento y/o situación; para su expresión se requiere de dos partes
relacionadas (ya sea individuos, grupos, comunidades o estados-nación),
divididas por causa de intereses u objetivos percibidos como incompatibles
.
Cuando
se introduce la noción de proceso, tiene como base concebir el conflicto no
como un momento puntual, ni estático sino como dinámico y controversial. Su
dinamismo viene dado por la confrontación (económicas, ideológicas, sociales,
valores), de dos o más partes, que al no resolver las diferencias potencian el
proceso, incidiendo en él diversos elementos: malentendidos desconfianza,
incomunicaciones, temores, y otros.
CONCLUSIONES
Cuando se introduce la noción de proceso, tiene como base concebir el
conflicto no como un momento puntual, ni estático sino como dinámico y
controversial. Su dinamismo viene dado por la confrontación (económicas,
ideológicas, sociales, valores), de dos o más partes, que al no resolver las
diferencias potencian el proceso, incidiendo en él diversos elementos:
malentendidos desconfianza, incomunicaciones, temores, y otros.
En un momento dado, de no llegarse a acuerdos
mutuamente satisfactorios, estallará en lo que se denomina la crisis, la cual
suele tener una manifestación violenta, que generará toda una actividad en sí
misma. Sin embargo, puede no ser la crisis el fin último del proceso, este
pudiese quedar relativamente estacionario. Así como el conflicto se considera
como un proceso que puede llevar bastante tiempo, su resolución también hay que
verla como tal y no como una acción concreta que acabará con todos los
problemas. Se trata también de un proceso que debe ponerse en marcha cuanto
antes y para el cual los sujetos deben estar preparados y convencidos de buscar
soluciones a través de métodos no violentos, dado que un conflicto no resuelto
cuanto más tiempo pase, más difícil será encontrarle solución, acentuándose la
irritación, ansiedad, y tensión en las partes
Cuando se introduce la noción de proceso, tiene como base concebir el
conflicto no como un momento puntual, ni estático sino como dinámico y
controversial. Su dinamismo viene dado por la confrontación (económicas,
ideológicas, sociales, valores), de dos o más partes, que al no resolver las
diferencias potencian el proceso, incidiendo en él diversos elementos:
malentendidos desconfianza, incomunicaciones, temores, y otros.
En un momento dado, de no llegarse a acuerdos
mutuamente satisfactorios, estallará en lo que se denomina la crisis, la cual
suele tener una manifestación violenta, que generará toda una actividad en sí
misma. Sin embargo, puede no ser la crisis el fin último del proceso, este
pudiese quedar relativamente estacionario. Así como el conflicto se considera
como un proceso que puede llevar bastante tiempo, su resolución también hay que
verla como tal y no como una acción concreta que acabará con todos los
problemas. Se trata también de un proceso que debe ponerse en marcha cuanto
antes y para el cual los sujetos deben estar preparados y convencidos de buscar
soluciones a través de métodos no violentos, dado que un conflicto no resuelto
cuanto más tiempo pase, más difícil será encontrarle solución, acentuándose la
irritación, ansiedad, y tensión en las partes
Es una realidad que la violencia actualmente
en las escuelas tiene dos vertientes una estructural que se manifiesta en la exclusión
de la población de niños y adolescentes de un proceso educativo que brinde una
calidad de vida, y una violencia directa que se manifiesta en la destrucción de
las instalaciones, educativas, de los bienes del docente, alumnos y comunidad,
además de las confrontaciones cara a cara entre los educandos y entre docente –
alumno.
Existen manifestaciones de violencia escolar como: agresión física a
docentes por parte de alumnos, disputas entre alumnos que culminan en
enfrentamientos físicos, agresión verbal a docentes, agresión a docentes a
través de escritos (grafitis, periódicos, anónimos), hechos de violencia con
deterioro de bienes materiales de los docentes, deterioro de la infraestructura
y mobiliario; siendo estos hechos de violencia resueltos de manera punitiva a
través de levantamiento de actas y suspensiones de clases. Lo cual permite
afirmar que en las instituciones objeto de estudio se atacan los conflictos de
una manera adversaria.
Por otra parte, se puede afirmar que la
función del docente no está modelando el carácter social del educando para
formarlo como un ciudadano que practique los valores de convivencia y que
ejerza su autonomía con respeto por el otro, incidiendo esto en la generación
de una violencia directa, que como se ha planteado, está presente en las
instituciones educativas y en su contexto
.
Pudiéndose concluir que existe la
urgente necesidad de transformar al docente, familia y al alumno, en la
búsqueda de una escuela donde éste aprenda desde la interrelación, a resolver
las discrepancias a través del dialogo, donde el respeto al descenso sea parte
de la cotidianidad, que se tenga como meta aprender a vivir juntos. Se necesita
una escuela, que eduque para la paz, que no forme alumnos ni sumisos ni
violentos, sino que su función sea la de formar individuos, arraigados a los
principios democráticos y comprometidos como fundamento de vida en una cultura
de paz.
El docente debe dejar atrás la escuela
tradicional y comprometerse con los cambios, desprendiéndose de su poder para
trasladarlo hacia sus alumnos en la búsqueda de una autodisciplina que les
permita desarrollar la autonomía. En función de lo cual debe iniciar una
formación en métodos de resolución de conflicto, que le permita escuchar y no
solo oír. Debe también, facilitar desde el aula los medios y los recursos que
le permitan provenir el conflicto.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Barbeito
C y Caireta M Introducción de conceptos: paz, violencia, conflicto (2005)
Cuadernos de Educación Para La Paz. Universidad Autónoma de Barcelona. España
Disponible:http://www.pangea.org/unescopau/img/programas/educacion/publicacion002e.p
df (Consulta: Enero 2006)
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República Bolivariana de Venezuela, 1999
Díaz, m. 1986.
"los modelos pedagógicos" en Educación y Cultura, 8, Bogotá.
Fernandez,
A. (1999) La violencia de los jóvenes y la escuela. Revista Ciencias de
Educación. Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" Fernández,
M. (2000). Las Habilidades Sociales del Educador: Un Recurso Clave en la
Relación de Ayuda. Trabajo presentado en las IV. Jornadas Universidad Autónoma
de Madrid
Lederach,
J (1998). Construyendo la paz: Reconciliación sostenible en sociedades dividas
Gernika, Vizcaya, España.
Ley Orgánica para la
Protección de Niños Niñas y Adolescentes g.o. (5.859 Extraordinaria) 10/12/2007
Reglamento General de
la Ley Orgánica de Educación. Decreto N° 313 Gaceta Oficial N° 36.787 (Reforma)
del 16/11/1999
Ochoa, J. 1983. La
Sociedad vista desde los Textos Escolares, Stgo. CIDE.
Prieto, M. et al 1988.
"La Práctica Pedagógica, algunas de sus características y sus implicancias
en los resultados del proceso" en Diálogos Educacionales, 9-10, UPLA,
Valpo. pp. 48-56.
Buen ensayo. Felicitaciones. Gustavo Ruiz
ResponderEliminarFelicitaciones, excelente trabajo...
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